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Esto sí que es un trato personalizado!

Hace unos días me pasó algo de película americana. Es lo típico que ocurre en las pelis de Jennifer Aniston, y que yo pensaba que aqui no ocurría, que era algo exclusivamente yankee. Pero no, puedo dar fe, aquí TAMBIÉN PASA.

Hace un par de semanas, en pleno comienzo de mi nueva vida en el centro de Madrid, os conté que Telefónica había tenido la grandísima generosidad de mandar a alguien en tan solo tres días a instalarme el ADSL. Recuerdo que el instalador era un chico de unos 23 años, tirando a macarrilla pero con un punto muy divertido (obviamente no era mi tipo, pero tengo que reconocer que no me lo esperaba tan agradable). Mientras aquello se instalaba estuvimos charlando, me dijo que le gustaba mucho la casa, que que suerte vivir en este barrio, bla bla bla. Mi madre, que pasaba por allí y a veces tiene una boca de buzón (como cuando me llama MARITINA delante de mis amigos, GRRRRR) dijo de broma que le diera mi teléfono a aquel chico tan majo, para que dentro de unos días me llamara para ver qué tal iba la línea y de paso charláramos un rato. La broma quedó ahí, por supuesto no le dí mi número, el chico se fue, aquí paz y después gloria.
Pues bien, estaba yo el martes en la oficina cuando me llegó un mensaje al móvil con este texto:

Hi Maria, q tal? Jajaja. Como verás, aparte de tener tu fijo también tengo tu móvil. Era para saber como estaba funcionando la línea. Quedate con este número, es mi personal, y apunta el de empresa por si tienes problemas. Es el 660XXXXXX. Por cierto, soy Luis, de telefónica. Cuidate. Hablamos.

Yo entiendo que en Telefónica se preocupan por sus clientes y comprueban el buen funcionamiento de los servicios pero..... ¿el trato es siempre tan personal? ¿Esto no suele ser así, me equivoco?

A mi me recueda, como os decía al principio, a la típica escena de peli de  Jennifer Aniston en la que la chica A va a la tienda B, habla con el encargado y este acaba consiguiendo su teléfono y la llama para tomar algo.
Y ahora, la pregunta del millón (que todos os estáis haciendo, CURIOSONES!!): ¿EL MENSAJE TUVO RESPUESTA?

¿Qué pensáis? Se abren las apuestas............ :)
La solución, en el post de mañana! (ya sabéis, no cambiéis de canal)


Y yo me pregunto.................................

¿Cómo es posible que el único día de mi vida que piso Castellón (de la Plana) para una reunión de farmacología con mis médicos, aterrice también toda la federación jerezana de natación, en mi mismo hotel, para participar en el Campeonato de España, que casualmente se celebra aquí, en la ciudad más fea e insulsa de la tierra? ¿No había más hoteles?

De las 24 horas que tiene el día, ¿por què esta tropa de desalmados voceadores tiene que entrar en tropel en el hotel al minuto y medio de comenzar mi primera ponencia?

¿Qué he hecho yo para merecer una sala de reunión con paredes de cristal (literal, muy cool pero nada práctico), desde la que se escucha perfectamente el follón que montan en recepción dos autobuses recién llegados cargados de gente en chandal?

¿Por qué, de entre todas los grupos deportivos del país, me toca compartir hotel con el único que lleva un GRACIOSETE CON UN MEGÁFONO que hace un ruido atronador?

Y sobre todo, para acabar con mi paciencia....................................... ¿¿por qué cuando me acerco al maitre del hotel para decirle que monte más servicios para la cena, él se dirige a mí y me pregunta "¿QUE LE PASA A MI FLOR?"

¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿????????????????

Me voy a la cama, que para colmo mañana me toca hacer la ruta del bacalao para volver a casa (tren de Castellón a Valencia a las 8 de la mañana, y vuelo de Valencia a Madrid, para llegar corriendo a la oficina, no vaya a ser que pierda un minuto de mi tiempo de trabajo!!!)

Nota mental: no volver a esta ciudad más nunca, A DIOS PONGO POR TESTIGO!

PD: No pongo fotos, porque tengo la cabeza como un bombo y porque no hay una sola imagen salvable de este sitio... Si no fuera por la manicura fantástica que me he hecho esta mañana, mi día habría sido un desastre.

Reflejos


Es curioso. Llevo una semana viviendo en la casa nueva, y aún no conozco a nadie en el edificio. ¿Debería presentarme a los vecinos con galletas y pastelitos, en plan americano? Solo he coincidido con mi vecina inglesa y sus niños llorones, pero el resto del edificio parece desierto... Nadie en la escalera, ni en el ascensor, nadie en el garaje ni en el portal... Nada... Solo el portero parece estar siempre. Y el tío es encantador pero raja que da gusto. En serio, evito en la medida de lo posible pasar por el portal porque si me pilla por banda no me libro de al menos media hora de charla. Pero de los vecinos ni rastro...
Y sin embargo sé que no estoy sola. Desde mi salón los veo a todos. Ellos creen que están a salvo en la intimidad de sus casas, pero no se dan cuenta de que yo les miro. Las luces encendidas se reflejan en las ventanas del edificio de enfrente, que está deshabitado. Dos pisos por debajo de mi casa hay un señor viendo la tele sentado en un sillón de orejas. En el segundo piso, un par de casas a la izquierda, hay un niño tocando el piano y una señora haciendo punto. ¡Gracias a Dios ningún baño de este lado de la casa tiene ventanas!

La verdad es que el balance de la primera semana es fantástico. Además estoy super agradecida porque, aunque no les conozco todavía, mis vecinos de al lado me han preparado un juego de bienvenida super divertido. Consiste en que cada vez que salta mi despertador por la mañana, ellos se lían como locos a aporrearme la pared. Con los puños, con todas sus fuerzas. El otro día incluso me golpearon la pared por la tarde, creyendo que la música que salía del teatro junto al edificio salía en realidad de mis altavoces. ¿No es divertido? Yo me estoy divirtiendo como una enana. El problema es que no conozco las reglas y no sé cuando cambia el turno y me toca aporrear a mí... A lo mejor tengo que pasarme por su casa a preguntarselo, aprovechando que están tranquilos en el salón leyendo el periódico (su reflejo me lo ha contado). No sé, si mañana cuando suene mi despertador no golpean la pared lo tomaré como una señal y la golpearé yo. ¡Lo último que quisiera sería perder la partida a este juego tan divertido!



Además del juego de los vecinos y del cine de reflejos que se forma en el edificio de enfrente, hay muchas otras atracciones en la calle. Por ejemplo, la escuela de tambor, que no es tal. En realidad es la Casa Vasca de Madrid, donde además de dar clases de tambor los sábados por la tarde, dan clases de aurresku por la mañana. Y yo que pensaba que era diferente por cantar en un coro... Si les digo a mis amigos que el sábado por la mañana voy a clases de danzas populares vascas les da un soponcio. Esta mañana me he despertado con la música del chistu y cuando me he asomado por la ventana y he visto a gente saltando al otro lado de la calle no me lo podía creer. He ido a lavarme la cara y cuando he vuelto SEGUÍAN AHÍ, dale que te pego al aurresku. Espectacular.

¡¡Me encantan mi nueva casa y mi nuevo barrio!! Ayer me llamaron unos amigos que estaban terminando de cenar en Callao a las 23.45, me vestí y en cinco minutos me planté allí andando! Algo impensable para la antigua "chica de Alcobendas".

Por cierto, aviso a navegantes. La semana que viene me toca tournée levantina, con reuniones en Valencia y Castellón. Creo que mi efecto mariposa está prácticamente controlado, pero si alguien quiere hibernar el miércoles y el jueves......... Yo aviso!! Nuevo año, nuevos viajes con mis médicos. Los echaba tanto de menos...

Home, sweet home

Por fin. Ya tengo Internet en casa. ¡¡Gracias Telefónica por instalarme el router wifi en menos de 3 días y permitirme escribir este post cómodamente desde la cocina!! Vuelve la bloggera más dicharachera, reportando desde el corazón de Madrid, para contar nuevas historias de mujer independiente y ligeramente loca (porque embarcarme en esta aventura ha requerido un punto importante de locura, no nos vamos a engañar).

La mudanza el viernes fue rápida e indolora. Llegó todo, conseguimos meter el mamotreto de la cinta de correr por el minúsculo pasillo y no se rompió ni un vaso. Lo único que no encuentro por ninguna parte, y mira que me fastidia, es el libro que me regaló Ra por mi cumpleaños, y que además estaba a punto de terminar!!! Este finde iré a la Fnac para acabar de leerlo allí...


Ahora estoy en esa fase en la que tengo que aprender a ir al trabajo en bus (que esta mañana he llegado 20 minutos tarde...), en la que tengo que aprender dónde puñetas está la llave de paso del agua para cerrarla cuando la cisterna no para de echar agua (como esta mañana) y en la que tengo que aprender cómo narices funciona la lavadora - secadora cuando el portero me ha dado un manual de un modelo que no tiene nada que ver... Cada día es una pequeña aventura, pero me lo estoy pasando como una enana.

Y cada día descubro algo nuevo. Por ejemplo el sábado descubrí que el edificio del otro lado de la calle tiene, en su tercer piso, justo delante de mi ventana, una ESCUELA DE TAMBOR, donde va la gente a dar porrazos los sábados por la tarde a eso de las 18.00........ ¿No es maravilloso? Menos mal que me gusta la música, porque entre eso y que escucho desde el salón los ensayos del Teatro de la Zarzuela, podría volverme loca. Por lo demás la casa es super tranquila. La vecina de al lado me amenazó con los gritos de sus tres pequeños demonios, pero creo que les ha puesto un bozal, porque de momento no he escuchado mucho follón. Ahora, lo tengo claro: grito que escuche, fiesta que le monto. Ella verá..............

Hogar, dulce, dulcísimo hogar.

Mi última vez

Dicen que la primera vez es siempre la más especial. Sin embargo yo hoy he disfrutado de un día de últimas veces. La última vez que desayuno en mi cocina. La última vez que salgo de la que ha sido mi casa durante años para ir a trabajar. La última ducha en mi baño. La última vez que cojo las zapatillas de mi armario.
La cuenta atrás ha terminado y ha llegado el día D, la hora de la verdad.
¡ME MUDO MAÑANA! Dentro de unas horas tendré otro baño, otro armario y otra cocina...
 
Mi nueva casa en Madrid me espera y yo estoy hecha un manojo de nervios. Por un lado estoy ansiosa por vivir esta nueva experiencia, pero por otro lado el estómago se me encoge de vértigo cada vez que lo pienso.



Esta mañana al llegar a la oficina he recordado un libro que leí hace tiempo: EL EXTRAÑO CASO DEL PERRO A MEDIANOCHE. En el libro, un niño autista sabía si su día iba a ser bueno o malo en función del número de coches rojos o amarillos con los que se cruzara por la calle. Yo tengo un sistema parecido. Si llego por la mañana y aparco sin problema es señal de que me espera algo bueno. Si por el contrario doy vueltas como loca durante 40 minutos y acabo tirando el coche en un paso de cebra, claramente el día va a ser un espanto.
Y el caso es que esta mañana he llegado y un hueco del tamaño de Texas me esperaba justo en la puerta de la oficina. El mensaje está clarísimo: me espera algo fantástico, sin duda.

She's back........................................ Lady Madrid

Día de nieves, día de ¿¿¿bienes???

Hoy sí. La primera vez que conté uno de mis muchos tropiezos accidentales por la calle no hubo consecuencias. Recordaréis la historia. Podía haberme comido una farola mientras me perdía en los ojos de aquel ejecutivo agresivo que bajaba, seductor, por la cuesta, pero la fortuna se puso de mi lado y decidió salvarme en el último momento. Del ridículo no me libró nadie, pero al menos el daño fue solo emocional, y la parte física no sufrió.

Sin embargo, como decía, hoy SÍ QUE SÍ. Yo lo veía venir desde ayer. Si no quería salir de casa para ir a la oficina era por algo............... Una alarma dentro de mí  me decía que no fuera a trabajar, que me quedara en casa pegada al radiador. Pero no le hice caso, salí, ilusa de mí, y ZAS. Un espíritu burlón y aburrido puso en mi camino una fina capa de nieve aguada, de esas que no se ven pero que resbalan que da gusto. Soy afortunada, porque en el momento en el que me caí con todo el equipo no había nadie más por la calle, y fui capaz de levantarme con asombrosa dignidad (igual que cuando caí de culo en una papelera en Punta Cana... pero eso es otra historia!). Por supuesto hice todo lo posible para no caer, y me doblé sobre mí misma en posturas imposibles durante unos segundos eternos antes de rendirme a la evidencia: no tenía escapatoria, nadie burla la ley de la gravedad. Así que aquí me tenéis, con la rodilla más negra que el sobaco de un grillo. Menos mal que era la buena, aunque para una que no tengo destartalada, estoy haciendo méritos para destartalarla también (el destartalador que la destartale buen destartalador será, he dicho!)

Para rematar la historia, al llegar al coche me recibió una bola de nieve blanca en lugar de mi citroen azul. Me metí dentro, concentrada en mi dolor de rodilla y en mi pantalón mojado, cuando me paré a pensar que con tanta nieve fuera no podía conducir porque no veía nada. Y entonces se me ocurrió la idea magistral: seguro que si abro la ventanilla, la nieve amontonada sobre el cristal cae hacia afuera y me deja ver otra vez. No se puede ser más lista. Por supuesto, al abrir la ventana, una capa considerable de nieve cayó, sí, pero HACIA DENTRO DEL COCHE, poniéndonos a mí y al asiento perdidos de polvo blanco y congelado. ¿Yo de verdad tengo una carrera universitaria? A veces mis ideas de bombero torero me hacen dudarlo...

Aprovecho la actualización de hoy para mandar un beso enorme a la mami de mi amiga Silvia, una fan inesperada que me hace mucha ilusión! ¡¡BIENVENIDAS A MI MALETA, MADRES DEL MUNDO!! Venid, leed, y sobre todo, NO OS OLVIDÉIS DE CONTARSELO A VUESTRAS AMIGAS :)

Sin escapatoria

Grito.
Lloro.
Pataleo.
Me encierro en casa.
Me ato a la cama.
Tiro el despertador por la ventana.
Doy la vuelta al calendario.
Me enfado.
Me altero.
Me estreso.
Hiperventilo.
No puedo respirar.
Moqueo.

Pero nada de esto sirve para evitar que mañana, sin más remedio, tenga que ir a trabajar.
Se acabaron las vacaciones de Navidad.
Ni siquiera la imagen de las inminentes rebajas me saca de este estado catatónico....
Acabo de darme cuenta de que la Navidad no tiene lado oscuro. La Navidad es un CHOLLO.
Lástima que me haya dado cuenta tarde..............................................

Empiezan los FELICES AÑOS 10



No voy a empezar con eso de "AÑO NUEVO, VIDA NUEVA". No, porque está en boca de todo el mundo y una tiene (o al menos eso cree) un mínimo de originalidad. No voy donde va todo el mundo, ni leo lo que lee todo el mundo, ni como ni me visto donde lo hace todo el mundo. Y por supuesto, no hablo como todo el mundo, los que me habéis escuchado un poco lo sabéis. Ahora que ya no cuento los días que faltan para dejar de maquillar mi edad (los 25 son reales, ya no son "24 y medio" ni "24 pero cumplo 25 dentro de un mes"), empiezo a contar, con la ayuda solo de las dos manos, los días que faltan para el gran salto. Solo quedan 10 días para la mudanza.

¡Mi nuevo escondite en el centro de Madrid me espera! Y yo empiezo el año ilusionada perdida, con ganas de aventura y novedad, con ganas de abrir las ventanas rojas y dejar que entre la luz, con ganas de abrir la puerta blanca y que entren los amigos. De ver el Círculo de Bellas Artes desde el balcón. De dar dos pasos y estar en mi Santa Ana. ¡De disfrutar de Madrid como hace años que no lo hacía! 

Busqué en Google para descubrir, curiosa, qué o quien celebra sus 25 años en 2010, igual que lo hago yo. He encontrado resultados sorprendentes y dispares, como estos:
  • La celebración del 25 aniversario de Calvin Klein Underwear (qué ilusión, compartir edad con una colección de bragas) 
  • La Ruta Quetzal (un sueño por cumplir) 
  • Asociaciones como la Unión Espeleológica Vallisoletana (¿¿¿???) y la Asociación Catalana de Amigos del Bonsai (lo juro, no es broma, lo dice Google)
  • La Caravana de Mujeres en el pueblo aragonés de Plan (sin comentarios)

Por lo que veo el mundo se va a dedicar este año a celebraciones "raras, raras, raras". Sin embargo una servidora se está encargando desde el minuto 1 de disfrutar, y anuncia desde aquí la apertura OFICIAL del libro de visitas a Villa María. Abrimos en horario continuado, unimos desayuno, comida, merienda y cena (eso sí, los primeros meses cocináis vosotros si no queréis morir), ofrecemos sesiones de cineforum, ludoteca, consultorio psicológico, sala de fiestas, boutique de moda y maquillaje, y sobre todo un rincón donde compartir momentos especiales. No tengo cuarto de invitados, pero el sofá tiene una pinta estupenda (os lo confirmaré cuando me eche mi primera siesta).

10 days........ and counting.................