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Lo que tienen los idiomas...

De pequeñita mis padres me enseñaron que aprender idiomas me iba a ayudar mucho en el futuro. El primero, el mío, y después muchos otros, para ser una chica de mundo. Yo me quedé con la copla, pero hoy me he dado cuenta de que tanto estudio no me ha servido para nada. Ni siquiera domino el español, soy una inculta idiomática...

Ha tenido que venir un señor muy majo de Sevilla para enseñarme a contar. Uno. Un café. Dos. Dos cafés. Después vienen tres cafés, cuatro, cinco y seis cafés. Pero ojo. A ver si alguno se va a equivocar como me equivoqué yo! En el mundo del café, en cuanto pasamos de 9..... ¡¡DEJAMOS DE TENER CAFÉS!! Ya no hay más. Y a partir de entonces lo que tenemos son............................ CAFESES.


¿A que más de uno se acaba de dar cuenta de que tampoco domina el idioma?

Y ya no os quiero decir nada cuando hablamos de idiomas extranjeros. Eso ya es nivel MASTER DEL UNIVERSO por lo menos. Yo estaba convencida de que hablaba inglés pero después de lo que he visto creo que mañana me voy a lanzar al kiosko a por el MAGIC ENGLISH.

Ayer, en un hotel de Coruña, me puse a hojear la carta del room service (servicio de habitaciones, a eso sí que llego, que estoy muy viajada). Mi sorpresa fue mayúscula al darme cuenta de que mis profesores me habían enseñado todo mal, y que carta ya no es MENU sino que es CART! (del latín, CART - CARTEISHON) Y eso no es más que el principio, echad un ojo a este menú, que parece sacado de FROM LOST TO THE RIVER...



Juro que el documento es real (no tuve más remedio que robarlo...)

Hay que tener imaginación: las croquetas CASERAS son HOME-LOVING (pero son caseras en plan HOGAREÑO..............). ¿La ensalada al gusto? Salad TO THE TASTE. Ahí es nada. Claro, puedes elegir los ingredientes COMO EN CASA (LIKE IN HOUSE!)

Sigo dandole vueltas a qué puñetas es un KETTLEDRUM OF POTATOES, porque Google me dice que un Kettledrum es un timbal, pero de los de orquesta..........................

Estoy de lo más triste, tantos años de mi vida entre diccionarios y libros de idiomas para nada. TO GOD I PUT AS A TESTIGO THAT I WILL NEVER GO MORE TO THE AVE!!!!!!!!!!

Ya no soy una sin papeles

Érase una vez una chica a la que la guardia civil paró un día por la carretera. Resulta que la chica tuvo muy mala suerte, porque justo ese día había olvidado los papeles del coche en casa, y encima tenía la ITV caducadísima. La chica puso carita de pena y el guardia no la multó, y entonces ella hizo la firme promesa de pedir cita inmediata para pasar la revisión.
Hasta aquí el cuento, ahora os cuento la realidad. ¡¡¡POR FIN HE PASADO MI PRIMERA ITV!!! Ya no voy más de ilegal por la vida, YA NO TENGO MIEDO A LA GUARDIA CIVIL DE TRÁFICO! Por fin tengo mi pegatina hortera en el cristal que certifica que mi coche melón es todo un machote y que por lo menos aguanta en perfecto estado de revista hasta abril de 2012 (claro, como tenía que haberla pasado en 2008, ahora solo me dura hasta 2012, hay que fastidiarse...) Pero conseguir la pegatinita no ha sido fácil... 
Llegué a la revisión con los nervios de punta, como si fuera a hacer el examen más decisivo de mi vida. Sé que es absurdo, pero me daba pánico que me pudieran echar atrás la revisión por detalles tan tontos como una bombilla fundida (suerte que Patri tiene contactos y me han echado un ojo rápido en un taller antes de la hora de la verdad...)
Resulta que aquello no tiene mayor ciencia: arranque, pise el freno, mueva el volante, bla bla bla. Cosas de lo más básicas. Pero aaaaaaaaaaaaaaamigo mío... Cuando de repente llega el mecánico y te dice "señorita, accione usted los faros antiniebla traseros", empieza la fase complicada. Esas instrucciones son para Fernando Alonso como poco. Cuando lo escuché se me quedó cara de.... ¿¿¿¿¿¿MI COCHE DE VERDAD TIENE DE ESO????? Y entonces me entró el nervio y puse los limpaparabrisas (echando agua que daba gusto). El mecánico me miraba pensando  "mujer al volante..." Y a mí me entraban los sudores. Buscaba los faros antiniebla y en su lugar ponía las luces cortas. Y el mecánico con cara de "tú sí que eres corta, bonita...." El coche acabó pareciendo una atracción de feria, con todas las luces encendidas menos las que tenía que encender y echando agua rollo surtidor. Yo ya estaba preparando el escote (porque la cara de pena funcionó con el guardia, pero no lo veía yo igual de fácil con el mecánico...) pero al final no ha hecho falta. Creo que el técnico tenía pendiente la buena obra del día justo cuando yo me he cruzado en su camino, y por eso me ha dado el visto bueno.
En cualquier caso todo esto ya no importa, porque ya tengo mis papeles en regla, aunque sea por poco tiempo. Y sobre todo he aprendido la lección: nunca más esperaré a que me llegue la carta de la ITV a casa. Yo creo que esas cartas son como las meigas... Haberlas haylas, aunque yo nunca las haya visto.

Y este fin de semana, sin falta.................... ¡¡¡HISTORIAS DE UN VIAJE DE PELÍCULA A ESTAMBUL!!! No desconectéis, que aunque la inspiración (y el tiempo libre) me hayan abandonado últimamente, vuestra bloggera favorita sigue viviendo las situaciones más disparatadas para luego contarlas :)