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¡¡¡A MÍ EL CUERPO!!!

Llevaba yo unos días quejándome de lo tranquila que está últimamente mi vida... Hace mucho que no tengo historias memorables que compartir con el mundo, mi rutina ha pasado de ser algo emocionante a ser algo cotidiano y normal sobre lo que no merece la pena escribir. Creo que voy a tener llamar para que vengan a instalarme lo que sea, a ver si se repite la historia de mi técnico de telefónica y me alegra un poco la existencia.
Como decía, llevába yo unos días quejándome, y me temo que eso ha sido como una invocación demoniaca, porque al final ha pasado lo que tenía que pasar. Habemus historia.

Vamos a empezar por el principio. Ayer por la tarde decidí dejar de comportarme como la vaga que estoy hecha últimamente y salir a hacer "los recados". Tenía pendiente renovar el permiso de circulación del coche por mi calle, que resulta que es para uso exclusivo de residentes y no se puede pasar sin ese permiso. Así que cogí los papeles de mi coche melón y me fui a renovar los documentos. Hasta aquí todo normal.

Cambio de escenario. Esta mañana me he levantado con energía y me he acercado a Alcobendas a hacer unas compras. He recogido a mi madre en casa, y estábamos las dos tan tranquilas en el coche de camino al centro comercial cuando de pronto ha aparecido ante mí LA GUARDIA CIVIL DE TRÁFICO. Yo tan pancha, porque no tenía motivo ninguno para ponerme nerviosa. Con esto de la "operación salida" de Semana Santa estaban haciendo controles aleatorios, así que me ha tocado un test de alcoholemia (menos mal que hoy me he levantado a las mil y el único líquido que había en mi cuerpo era la leche del desayuno!!) Yo, como os digo, tan pancha. Una vez que termina el test, y yo ya me preparo para irme, me dice el guardia: SEÑORITA, LOS PAPELES DEL VEHÍCULO. Y entonces, cuando me agacho sobre la guantera, me viene a la cabeza la imagen de los papeles del coche en mi bolso del día anterior, donde los habia metido para ir a renovar el permiso de circulación. Y DE DONDE NO LOS HABÍA SACADO. En ese momento me empezaron a entrar los siete males uno detrás de otro... ¡¡¡¡Estas cosas no pasarían si tuviera un solo bolso!!!! ¡¡Mierda de consumismo!!

Me planteé dos posibles estrategias: Desabrocharme un botón de la camisa y decirle "espóseme, agente, porque he sido mala mala", o dejar que entrara en acción Mary la niña buena, maestra en el arte de dar penita y hacerse la tonta. Opté por el segundo papel, me giré hacia el guardia y con toda mi cara de lástima le dije "verá, señor agente, no se lo va a creer..." Le conté toda mi historia del permiso de circulación, y mientras la contaba iba almacenando en el fondo del cerebro otras excusas como "y luego vino mi perro y se comió los papeles" o "justo ayer me los robaron" o "es que yo soy ecologista y estoy en contra del uso de papel porque destruye el Amazonas"... por si la historia verdadera no era suficiente.
El pobre guardia me miraba pensando "esta niña está en el mundo porque tiene que haber de todo", y mi madre en el asiento del copiloto me miraba con intenciones asesinas.
Pero es que la cosa no queda ahí...

Después de pedirme los papeles (que no llevaba), se fue a su coche para comprobar no sé qué historias. Y cuando vuelve me dice....... SEÑORITA, NO SOLO NO LLEVA USTED LOS PAPELES SINO QUE ADEMÁS NO HA PASADO LA ITV... Y LA TIENE CADUCADA DESDE 2008!! Ahí ya sí que me puse blanca y me entraron ganas de desaparecer. La cara de mi madre era un poema. Y a mí solo se me ocurre decir, con mi cara de cachorro abandonado con ojos lacrimosos: "pero señor agente, es que a mí nadie me ha avisado de que tengo que pasar la ITV... ¿¿No se supone que te mandan una carta a casa o algo??" Al guardia le entró la risa floja y me dijo que no, que obviamente nadie te avisa de nada. Le debí parecer tan patética que me dijo que SOLO POR ESTA VEZ no me iba a cascar una multa, pero que POR DIOS fuera derechita a la ITV. Se me iluminó la cara pensando en los 150 eurazos de sanción que me estaba ahorrando en ese momento. No salí del coche y me abracé al cuello del guardia porque llevaba el cinturón puesto...

Salí volando del control, habiendo aprendido dos importantes lecciones: que nadie te avisa de que te toca pasar la ITV, y que poniendo carita de pena a un hombre uniformado puedes conseguir casi casi de todo..........