Una semana después de volver de Boston, casi todo va volviendo a la normalidad (y digo CASI, porque aún hay cosas que lo ponen todo patas arriba, pero como dije el otro día son la chispa de la vida y no pienso dejar que pasen de largo sin disfrutarlas al máximo). Por el momento no tengo viajes en el horizonte hasta Navidad, pero los que me conocéis sabéis que esto puede cambiar en cinco minutos, que es lo que tardo en plantarme en el aeropuerto y pillar el primer vuelo disponible.En realidad esta idea me ronda la cabeza desde hace tiempo, es una locura que tengo muchas ganas de hacer, así que si alguien se apunta que me avise. ¿A quien no le apetece un poco de aventura? Destino desconocido, sin equipaje, solo una buena compañía (compañía de viaje, no compañía aérea, se entiende!!)
Esta semana he dedicado un par de días a hacer un CURSO DE ATENCIÓN AL CLIENTE organizado por mi empresa. Creo que es justo lo que necesito para lidiar con mis adorables doctores (sobre todo mis amigos los EMINENCIA), porque como ya sabéis por historias que os he ido contando, EL CLIENTE NO SIEMPRE TIENE LA RAZÓN!!!!! Desde mi punto de vista, el curso está mal planteado, porque no contempla la posibilidad de que haya CLIENTES MALOS. Mala gente. Gente borde por naturaleza, inconformistas natos que nunca dan su brazo a torcer y siempre les parece que todo podría haberse hecho mejor (si lo hubieran hecho ellos mismos, obviamente). Los clientes siempre son ángeles del cielo, y yo soy la terrible agente de viajes que les altera y les hace enfadar. La verdad, no sé si creérmelo.......!!! Me gustaría ver a la formadora en la oficina cogiendo esas llamadas marrón de las seis de la tarde que a mí se me dan tan bien y que suele coger siempre sin excepción!! Y no solo las cojo, sino que por lo visto las contesto mal, porque me limito a decir "CWT, BUENAS TARDES", cuando debería añadir "LE ATIENDE MARÍA, ¿EN QUÉ PUEDO AYUDARLE?". ¿Nos os parece una retahila horrorosa? Estoy convencida de que si suelto toda esa charla encontraré a algún cliente roncando al otro lado del teléfono antes incluso de terminar...
De vuelta en la oficina, las cosas están tranquilas (de hecho por eso no he escrito en estos días, porque hace mucho que no me peleo con nadie por teléfono y no tengo batallas que contar). Bueno, no todo es paz y armonía. El trabajo está tranquilo, pero el ambiente está un poco cargado. Hay nervios, porque se nos viene encima OTRO ERE!!! No salimos de uno y nos metemos en otro... ¿¿Qué les ha dado a los directivos de esta empresa con los ERES?? Todo son cotilleos y especulaciones, porque Fulanito ha oido que van a echar a los más veteranos, y Menganito ha oido que van a caer cuatro personas del departamento, y todos nos pasamos el día haciendo conjeturas... A ver si lo comunican de una vez, porque esta espera ME ESTÁ MATANDO!
Aunque, pensándolo bien, si caigo tampoco se acaba el mundo, no? En realidad podría tomármelo como una oportunidad para escapar de Madrid, como siempre he querido, y dedicarme a dar vueltas por ahí hasta encontrar mi sitio. Podría empezar por cumplir alguno de esos objetivos que puse en mi lista de "COSAS QUE HACER ALGUNA VEZ EN LA VIDA", como por ejemplo aprender a cocinar (ya no digo aprender cocina japonesa, digo APRENDER A HACER UN HUEVO FRITO QUE PAREZCA UN HUEVO FRITO!!!), o aprender a tocar la guitarra, que la pobre lleva mirándome mucho tiempo desde la esquina de la habitación.
De momento intento no alterarme demasiado, sigo con la mente zen y puesta ya en el FIN DE SEMANA! Se aceptan planes y propuestas, que tengo ganas de hacer algo divertido!!!
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